plano de zapata corrida

En construcción, la zapata corrida es un tipo de cimentación superficial que es utilizada para soportar muros de carga o columnas. Ejemplificando un poco, pareciera ser una viga de concreto, armada o no, que se apoya directamente sobre el subsuelo y que distribuye cargas vivas o neutras de una construcción de manera uniforme. Su uso, se puede predecir mediante factores de diseño estructural determinados a través de un dictamen de uso de suelo, la altura y los claros que este tenga que soportar.

¿Qué es la zapata corrida?

Una zapata corrida, es una cimentación de tipo superficial empleado en la construcción para soportar y distribuir las cargas de un edificio o estructura apoyándose del suelo.

Su finalidad es transferir el peso de la estructura al suelo subyacente de forma que se eviten asentamientos o hundimientos excesivos. Y así evitar su colapso.

Estas zapatas suelen estar constituidas por concreto reforzado y son más anchas en la parte inferior que en la superior. Al ser más ancha la base, la carga se distribuye sobre una superficie mayor, lo que reduce la presión sobre el suelo y evita que éste supere su capacidad portante de seguridad.

Son diseñadas en función de las características del suelo y de las cargas previstas de la estructura. Factores como la capacidad portante del suelo, las características de asentamiento y cualquier fuerza lateral potencial deben tomarse en cuenta durante el proceso de diseño arquitectónico.

Sus características físicas pueden variar dependiendo de la complejidad de diseño. Generalmente la zapata corrida tiene forma de viga rectangular, que puede ser de concreto simple o armado, y que se extiende a lo largo de toda la línea donde se ubican muros o columnas.

Inicialmente es colocada sobre una plantilla de concreto pobre, que no es más que arena, grava y cemento en baja resistencia. Estamos hablando de más o menos 100 kg/cm2. Sirve para nivelar el terreno y evitar el contacto directo con el suelo.

Cabe mencionar que este elemento debe tener un ancho suficiente para que la presión que ejerce sobre el suelo no supere su capacidad portante. Además, debe tener una profundidad adecuada para que el centro de gravedad de la zapata coincida con el de la carga, y para que se eviten los esfuerzos de flexión y cortante.

Características principales de una zapata corrida

zapata corrida detalle
Detalle arquitectónico de zapata corrida

Este cimiento ciclópeo superficial, consta de una forma encajonada que, de manera lineal, cubre todo el recorrido antes excavado necesario para edificar una construcción. Después del trazo y nivelación adecuados, se desglosan las siguientes partes de una zapata de cimentación que la conforman:

  • Plantilla de concreto de 5cm espesor
  • Armado de zapata corrida con varilla longitudinal y concreto
  • Viga de conexión o dala de desplante
  • Muro de albañilería o mamposteo
  • Cadena de cerramiento a nivel de piso terminado

¿Cómo se hace una zapata corrida?

Para hacer una zapata corrida se siguen los siguientes pasos:

Paso 1

Excavar una zanja con el ancho y profundidad necesarios para la zapata. El ancho debe ser igual o mayor que el del muro o la columna, y la profundidad debe ser tal que se elimine la capa vegetal y se alcance el suelo firme.

Paso 2

Colocar una capa de concreto de limpieza, de unos 10 cm de espesor, sobre la que se asentará la zapata. Esta capa sirve para nivelar el fondo de la zanja y para proteger la zapata de la humedad y las impurezas del suelo.

Paso 3

Despliega el armado de la zapata. Este armado consiste en una parrilla de varillas de acero que se disponen en la parte inferior y superior de la zapata, y que se unen mediante estribos. El armado nos ayuda a reforzar la resistencia estructural y para evitar fisuras causadas por tracción.

Paso 4

Cimbrado y vaciado de concreto o mortero, ejecútalo cubriendo el armado y rellenando el espacio hasta el nivel deseado. El hormigón debe ser compactado y vibrado para eliminar las burbujas de aire y mejorar su adherencia al armado.

Paso 5

Alisa y nivela la superficie del cimiento corrido (dala de desplante), utilizando una regla y una llana. La superficie debe quedar lisa y horizontal, para facilitar la colocación de block, castillos o columnas.

¿Cuáles son las ventajas de la zapata corrida?

Ventajas hay muchas y no cabe duda que son buenas, créenos tenemos estos datos:

  1. Económicas: En general, son más económicas que otros tipos de cimentación, como las cimentaciones sobre pilotes. Necesitan menos material y mano de obra, lo que las convierte en una opción rentable para muchos proyectos de construcción.
  2. Versátiles: Pueden diseñarse y construirse para adaptarse a una amplia gama de condiciones del suelo, incluidos los suelos blandos o expansivos. Es posible personalizarlas en función de los requisitos específicos de carga y de las propiedades del suelo subyacente.
  3. Simplificación de la construcción: La construcción de las zapatas corridas es relativamente sencilla. Suele limitarse la excavación a la zona situada debajo de cada pilar, y la zapata se construye directamente sobre el suelo preparado. Este sencillo proceso puede agilizar la construcción y reducir los costes de mano de obra.

Zapata corrida o zapata aislada ¿Cuál usar?

Para cimientos poco profundos se suelen utilizar zapatas aisladas para soportar y distribuir cargas concentradas, causadas por ejemplo por columnas o pilares.

En este caso, pueden ser de material reforzado o no reforzado. Sin embargo, en el caso de las zapatas no reforzadas, la altura debe ser mayor para proporcionar la separación de cargas requerida.

Las zapatas aisladas sólo son apropiadas cuando se garantiza que no se producirán asentamientos variables en todo el edificio. No son adecuadas para soportar cargas generalizadas. En tal situación, se utilizan zapatas corridas o en su defecto losas de cimentación.

La principal diferencia entre la zapata corrida y la zapata aislada es que la primera se utiliza para soportar muros o columnas alineadas, mientras que la segunda se utiliza para soportar columnas de manera individual.

Otro aspecto diferencial es que la zapata corrida tiene un refuerzo en una sola dirección, perpendicular al muro o pilar, mientras que la zapata aislada tiene un refuerzo en dos direcciones, perpendiculares entre sí.

Elegir entre una zapata y otra depende del tipo de estructura, tipo de suelo y del diseño arquitectónico.

Por norma general, la primera es más adecuada para edificios de poca altura y poca carga, mientras que la segunda es más adecuada para edificios más altos y muy cargados.