volúmenes geometricos

La composición arquitectónica es un proceso creativo en el que se busca diseñar espacios de manera armoniosa y funcional. Se trata de encontrar el equilibrio perfecto entre los diferentes elementos que conforman un espacio, para que estos puedan transmitir un significado y cumplir con las necesidades de los usuarios.

Numerosos profesionales relacionados con el arte, en concreto arquitectos y fotógrafos, tienen en cuenta lo que se conoce como composición para organizar elementos físicos utilizando diversos principios que garanticen una disposición estética y visual óptima.

El presente artículo resume la información necesaria para crear una composición arquitectónica y revelar con eficacia las imágenes de un espacio.

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¿Qué es la composición en arquitectura?

Definir la composición en arquitectura puede describirse como "la disposición planificada de partes para formar un todo".

El arquitecto suele utilizarla para componer conceptos, contextos, dibujos, elementos, experiencias, funciones, materiales, espacios, etc. 

Importancia de la Composición Arquitectónica

Los elementos de expresión formal y composición arquitectónica juega un papel fundamental en la creación de espacios que sean visualmente atractivos y funcionales. Es a través de la composición que se logra dar orden y coherencia a los diferentes elementos arquitectónicos, como las formas, los volúmenes, las texturas y los colores.

Además, la composición permite crear espacios que se adapten a las necesidades y usos específicos, ya sea un edificio residencial, comercial o institucional.

Temas de composición arquitectónica también tiene un impacto en la experiencia de los usuarios. Un espacio bien compuesto tiene la capacidad de generar emociones y transmitir mensajes, creando una experiencia memorable para quienes lo habitan o lo visitan. Por otro lado, una mala práctica puede resultar en espacios confusos o poco funcionales, que no cumplen con su propósito y no generan una conexión con los usuarios.

Elementos de la Composición Arquitectónica

Para entender mejor la composición arquitectónica, es importante conocer los principales elementos y tipos que la conforman:

Formas

Las formas son los elementos más básicos y fundamentales de la composición arquitectónica. Pueden ser geométricas, orgánicas o una combinación de ambas. La forma de un espacio puede transmitir diferentes sensaciones y significados, por lo que es importante elegir formas que se adecuen al propósito y estilo del proyecto arquitectónico.

En este proceso de composición arquitectónica, se pueden utilizar diferentes técnicas para manipular las formas, como la repetición, la superposición o la yuxtaposición. Estas técnicas permiten crear contrastes y ritmo en el diseño, generando interés visual y movilidad en el espacio.

Equilibrio

El concepto de equilibrio visual. De forma similar a nuestro sentido físico del equilibrio, como cuando intentamos mantenernos de pie sobre una pelota, en una composición las fuerzas opuestas generan estabilidad visual.

Proporción

Se entiende por proporción la relación de un objeto con otro o de una parte de un objeto con las demás partes del conjunto. Además, la proporción no depende de un tamaño conocido.

Escala

El término escala hace referencia a la relación entre el tamaño de los distintos elementos. Según la Universidad de Çankaya, variar el tamaño de los elementos puede producir un dramatismo visual que atraiga la atención hacia un punto focal.

El espectador puede ver afectada su percepción de la escala por sus propias dimensiones. Por consiguiente, las dimensiones del observador influyen en la escala del edificio que observa.

Volúmenes

Los volúmenes son la representación tridimensional de las formas en el espacio arquitectónico. Son el resultado de la combinación de diferentes formas y su disposición en el entorno. Los volúmenes juegan un papel importante en la percepción del espacio, ya que definen su tamaño, escala y proporción.

En la composición arquitectónica, los volúmenes pueden ser utilizados para crear efectos de luz y sombra, jerarquía visual y secuencias espaciales. También permiten diferenciar y delimitar diferentes áreas funcionales dentro de un espacio, facilitando la orientación y el flujo de las personas.

Texturas

Las texturas son elementos visuales que transmiten una sensación táctil. Pueden ser suaves, rugosas, lisas o ásperas, entre otras. Se utilizan para añadir variedad y profundidad visual al espacio, creando contrastes y enfatizando ciertos elementos o áreas.

Las texturas también pueden tener un efecto psicológico en los usuarios, generando sensaciones de confort, calidez o frialdad. Por ello, es importante considerar cuidadosamente las texturas en el proceso de composición arquitectónica, para lograr el ambiente deseado y transmitir el mensaje adecuado.

Repetición

Repetición es la aplicación de los mismos colores, elementos, etc. en todo el diseño. Puede utilizarse para crear un patrón o la repetición de un objeto o símbolo en una obra de arte.

Ritmo

El ritmo es el uso recurrente de uno o más elementos de diseño para generar una sensación de movimiento organizado. De este modo, el ojo sigue un vínculo visual a través del espacio.

Colores

Los colores son un elemento poderoso en la composición arquitectónica, ya que tienen la capacidad de impactar nuestras emociones y percepciones. A través de los colores, se pueden crear ambientes estimulantes, relajantes, acogedores o vibrantes.

En la composición arquitectónica, los colores se utilizan para resaltar elementos, delimitar espacios y crear armonía visual. Es importante considerar la psicología del color y sus efectos en el diseño de un espacio, para lograr una composición equilibrada y atractiva.

Tirando factos

La forma y composición en arquitectura es un proceso creativo que busca encontrar el equilibrio y la armonía entre los diferentes elementos que conforman un espacio. A través de la composición, se logra diseñar espacios visualmente atractivos, funcionales y significativos. 

La elección y manipulación de las formas, volúmenes, texturas y colores son fundamentales en este proceso, ya que permiten crear ambientes que se adapten a las necesidades y emociones de los usuarios. En definitiva, la composición arquitectónica es el arte de diseñar espacios que impacten y conecten con las personas.