Un equipo de ingenieros mexicanos ha desarrollado un sistema de zapatas aisladas inteligentes que permite reducir los efectos de los sismos en las edificaciones. El sistema consiste en incorporar sensores, actuadores y un algoritmo de control en las zapatas, que son un tipo de cimentación superficial que se usa en terrenos homogéneos y de resistencias a compresión medias o altas.
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El sistema funciona de la siguiente manera: los sensores
detectan las vibraciones del suelo y envían la información al algoritmo de
control, que calcula la fuerza y el desplazamiento óptimos para contrarrestar
el movimiento sísmico. Los actuadores aplican esa fuerza y desplazamiento a las
zapatas aisladas, modificando su rigidez y amortiguamiento. De esta forma,
se logra disminuir la aceleración y el desplazamiento de la estructura,
evitando daños estructurales y no estructurales.
El sistema ha sido probado
con éxito en un prototipo a escala real en el Laboratorio Nacional de
Ingeniería Sísmica del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Los
resultados han demostrado que el sistema es capaz de reducir hasta en un 80% la
aceleración y hasta en un 60% el desplazamiento de la estructura sometida a un
sismo.
Los ingenieros responsables del proyecto son los doctores
José Luis Carmona Pérez y Jorge Alberto Escobar Gómez, profesores e
investigadores del IPN, y los maestros José Luis Hernández García y Carlos
Alberto Ramírez López, egresados del IPN. Ellos han recibido el Premio Nacional
de Ingeniería 2023 por su innovadora contribución a la seguridad sísmica de
México.
Tambien han expresado su satisfacción por el reconocimiento y mencionaron que su objetivo es difundir y aplicar su sistema de zapatas en diferentes tipos de edificaciones, como viviendas, escuelas, hospitales y oficinas. Asimismo, han destacado que su sistema es económico, ecológico y fácil de instalar, ya que no requiere de materiales especiales ni de obras adicionales.