caracteristicas de la arquitectura megalitica 


Cada día que pasa aprendemos algo nuevo sobre la historia de la humanidad, en este caso abordaremos un tema perteneciente al arte prehistórico: la arquitectura megalítica. El megalitismo o arte megalítico, tiene sus inicios en la edad del neolítico. La definición de arquitectura megalítica en términos griegos, dice que “mega” tiene que ver con lo ostentoso, lo grande y “lithos” con la piedra.

 

Estos monumentos megalíticos de piedra se construían para cubrir necesidades específicas como el culto, donde premeditaban el paso del tiempo y calculaban el inicio de las estaciones climáticas, espacios funerarios (tumbas) y para la delimitación de territorios.

 

¿Qué se entiende por arquitectura megalítica?

Básicamente son construcciones megalíticas echas con enormes bloques de piedra colocadas unas sobre otras de manera estratégica hasta que conformaban un conglomerado que después era destinado para algún uso. Estructuralmente conocemos que existieron distintos tipos de arquitectura megalítica que se describen a continuación.

 

Tipos de arquitectura megalítica durante el neolítico

Pareciera que las estructuras megalíticas eran solo un montón de piedras sin sentido, pero estas van más allá de la percepción visual. Cumplían y cubrían las necesidades humanas de manera desprovista y difícilmente se tiene conocimiento de las hazañas con las que fueron elaborados.

 

Menhires: Se trata del elemento más básico del megalítico, eran piedras grandes enterradas y orientadas verticalmente.

 

Dólmenes: Se formaba una cámara compuesta por varios menhires para después colocar una piedra en la parte superior de estos como losa. Normalmente estas construcciones se destinaban como tumbas.

 

Crómlech: Apilaban muchos menhires comúnmente organizados en una base circular. Principalmente se construían alrededor de dólmenes, con el paso del tiempo se convirtieron en recintos divinos.

 

Tumbas de corredor: Eran dólmenes construidos en serie hasta crear un pasillo que, al otro extremo, terminaba en un conjunto de menhires. Igualmente eran hincados hasta formar un círculo que funcionaba como área de enterramientos o lugares funerarios.


¿Cómo se construían?

Las características de la arquitectura monumental en base a lo que historiadores y arqueólogos han descubierto, se llegó a la conclusión que ejecutar estas construcciones era posible solo si las sociedades se unían y organizaban para trabajar de manera colectiva. Pero tenían que ser cientos de miles de personas, ya que estas mega estructuras son tan inmensas y explícitamente eran imposibles de realizar debido a la carencia tecnológica de esa época.

 

Esto también era posible, gracias a la voluntad de las sociedades pues sus creencias espirituales eran tan importantes que los orillaban a trabajar codo a codo. En cuestiones técnicas, con la ayuda de herramientas rudimentarias a base de cuerdas, madera y metal podían transportar, elevar las piedras y darles forma.

 

  1. El proceso constructivo de arquitectura megalítica, como cualquier otro, empezaba por preparar el terreno, desbrozando la maleza.
  2. Después se traza el perímetro y con la ayuda de estacas de madera se escarbaban zanjas que recibían los enormes bloques de piedra que servirán como muros perimetrales.
  3. Una vez terminado se crean rampas con tierra apisonada por donde se desplazarán las piedras hasta encajarlas en las zanjas de la cimentación.
  4. Luego se extraen piedras del suelo y se deslizan con rodillos de madera encima de rieles, el traslado se realiza con ayuda de toda la comunidad.
  5. Lentamente se llega hasta la orilla de la zanja y se impulsa la piedra buscando el punto de equilibrio para que no se siga de frente. Posteriormente con la ayuda de poleas se posiciona la piedra y se sitúa en sentido vertical.
  6. Cuando terminaban de colocar las paredes perimetrales se empezaba por hincar los pilares centrales.

 

Para estas comunidades la arquitectura monumental megalítica pudo servir para fijar ideológicamente la presencia y arraigo de la sociedad en la tierra. Algunos megalitos son verdaderos depósitos de identidad genealógica y cultural.


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