¿Cuáles son los planos básicos que debe entregar un arquitecto?
El otro día me pasó algo que me hizo replantearme muchas cosas. Un cliente llegó con un sobre lleno de papeles y me dijo: «Arquitecto, aquí están los planos de mi casa, pero siento que falta algo». Cuando los revisé, vi que tenía razón. Le faltaba más de la mitad de lo necesario para poder construir. Entonces me di cuenta de que este problema es más común de lo que pensamos.
La mayoría de las personas que están a punto de construir su
casa no tienen ni idea de qué documentos deben recibir de su arquitecto. Y no
es culpa suya. A veces, nosotros, los arquitectos, damos por hecho que todos
entienden nuestro lenguaje técnico, que todos saben qué es una planta
arquitectónica o para qué sirve un corte. Pero la realidad es otra. Así que
vamos a aclararlo de una vez por todas, de manera que todo el mundo lo entienda.
Cuando contratas a un arquitecto para diseñar tu casa, este debe entregarte un paquete completo de planos. No uno, no dos. Un paquete completo. Este conjunto de documentos se conoce como proyecto ejecutivo y es lo que necesitas para tres cosas: presentarlo ante las autoridades para obtener permisos, que tu constructor sepa exactamente qué hacer y que tú tengas claro qué vas a construir. Ahora bien, vamos a desglosar esto por partes, porque es importante que entiendas cada elemento.
Conoce más sobre: ¿Cuál es la simbología de los planos arquitectónicos?
Planos arquitectónicos ¿Que son?
Estos son los más conocidos, pero también los más
malentendidos. Cuando decimos planos arquitectónicos, estamos hablando de un
conjunto de dibujos técnicos que muestran tu proyecto desde diferentes ángulos
y perspectivas.
Primero están las plantas. Y aquí viene algo curioso que
mucha gente no sabe: una planta no es un plano, es parte del plano. La planta
es como si cortáramos la casa a un metro y medio de altura y la viéramos desde
arriba. Por eso puedes ver las puertas, las ventanas, los muros. Si tu casa
tiene varios niveles, necesitas una planta de cada piso. Planta baja, planta
alta, sótano si lo hay, azotea. Cada nivel requiere su propio dibujo.
Estas plantas deben venir con medidas. No todas, porque
sería un desastre visual, pero sí las importantes. Los muros principales, los
espacios entre habitaciones, el ancho de pasillos. Y algo que a veces se pasa
por alto: deben estar dibujadas a escala. La escala más común es 1:50, que
significa que cada centímetro en el papel equivale a 50 centímetros en la realidad.
Pero esto es sólo para referencia visual, porque las medidas deben estar
anotadas claramente.
Luego vienen los cortes arquitectónicos. Y aquí es donde la cosa se pone
interesante. Los cortes son como si rebanáramos la casa verticalmente y
pudiéramos ver su interior. Imagina que partes tu casa con un cuchillo gigante
y miras de lado. Ahí puedes ver las alturas de los techos, cómo suben las
escaleras, dónde están las ventanas en relación con los pisos. Los cortes te
muestran cosas que las plantas no pueden mostrarte.
Las fachadas son más sencillas de entender. Son los dibujos
de cómo se va a ver tu casa por fuera. Fachada principal, fachada posterior, y
si tu casa da a varias calles o tiene lados visibles, pues esas también. Aquí
se especifica qué materiales van en cada parte, los acabados, los detalles de
las ventanas y puertas.
Y ahora las autoridades piden renders. Un render es una
imagen generada por computadora que muestra cómo se verá tu casa cuando esté
terminada. Ya no es opcional en muchos lugares, es un requisito. A algunos
arquitectos les molesta esto porque implica trabajo extra, pero la verdad es
que te ayuda a visualizar mejor el proyecto antes de construir.
Planos de instalaciones
Aquí es donde muchos proyectos llegan incompletos. Tu
arquitecto debe entregarte los planos de instalaciones, y hay tres que son
obligatorias: eléctrica, hidráulica y sanitaria.
La instalación eléctrica muestra dónde va cada contacto,
cada apagador, cada lámpara. También indica dónde estará el centro de carga,
que es la caja de donde salen todos los circuitos eléctricos de tu casa. Este
plano debe incluir una simbología, porque de otra manera no entenderías qué
significa cada símbolo en el dibujo.
Para entrega de permisos, no necesitas que te muestren cada
cable y cada trayectoria detallada. Eso viene después, cuando el electricista
hace su trabajo. Pero sí necesitas saber dónde estarán ubicados los elementos.
Y créeme, esto te va a ahorrar muchos dolores de cabeza. He visto casas donde
pusieron los contactos en lugares absurdos porque no había un plano previo.
La instalación hidráulica te dice por dónde van los tubos de
agua. Agua fría, agua caliente si la hay, y las conexiones a cada mueble que
necesita agua: regaderas, lavabos, lavadoras, fregaderos. La sanitaria es
similar pero para el drenaje. Por dónde se van las aguas negras, dónde conectan
los baños, dónde están las bajadas.
Algunos arquitectos entregan estos dos últimos juntos en lo
que se llama plano hidrosanitario. Y está bien, no hay problema con eso
mientras estén completos.
Plano estructural
Este lo hace el calculista o ingeniero estructural. Y es
probable que sea el más técnico de todos. Aquí se define qué tan gruesos van a
ser los muros que cargan peso, dónde van las trabes, las columnas, qué tipo de
losa se va a usar.
Cuando ves este plano, vas a encontrar muchos números,
especificaciones de acero, calibres de varilla, separaciones. Para el dueño de
la casa puede parecer chino básico, pero para el constructor es la biblia. Sin
este plano, tu casa puede estar en riesgo estructural. Y no es exageración.
El plano estructural debe venir firmado por un perito responsable de obra. Esta firma es lo que le da validez legal. Y junto con el
plano, debe venir la memoria de cálculo, que es un documento donde el ingeniero
explica cómo calculó todo y por qué decidió usar ciertos elementos
estructurales.
¿Cuales son los documentos complementarios?
Además de todos los planos, tu arquitecto debe entregarte
dos documentos escritos. Primero, la memoria descriptiva del proyecto. Es un
texto que describe qué se va a construir, en qué terreno, con qué materiales,
para qué uso. Básicamente cuenta en palabras lo que los planos muestran en
dibujos.
Segundo, la memoria de cálculo estructural que ya mencioné.
Este documento lo hace el calculista y debe explicar todas las decisiones
estructurales del proyecto. Ambos documentos deben estar firmados por los profesionales
responsables.
¿Que formato deberán tener estos planos?
Algo que muchos no saben es que los planos deben llevar cierta información obligatoria. En cada plano debe aparecer un cuadro de datos donde se especifica quién es el propietario, quién diseñó, quién dibujó, la fecha, el tipo de plano y el número de revisión. También debe aparecer la orientación, es decir, hacia dónde está el norte.
¿Por qué es importante el norte? Porque te dice cómo va a
entrar el sol a tu casa. Y eso afecta desde la temperatura hasta dónde querrás
poner ciertos espacios.
La realidad práctica
Ahora bien, esto que acabo de describir es el mínimo
indispensable. Es lo que necesitas para obtener permisos y empezar a construir.
Pero en la práctica, muchos proyectos de construcción requieren planos adicionales. Planos de
detalle de carpintería, de acabados, de instalaciones especiales como gas o
calefacción, de paisajismo si hay jardín.
Algunos arquitectos entregan todo desde el principio. Otros
entregan el paquete básico y después, conforme avanza la construcción, van
generando los detalles necesarios. No hay una forma única de trabajar, pero sí
debe quedar claro desde el inicio qué está incluido en el servicio que
contratas.
He visto de todo. Proyectos con cincuenta planos donde
especifican hasta el último tornillo, y proyectos con cinco planos donde el
constructor tiene que resolver muchas cosas sobre la marcha. Lo ideal está en
un punto medio: suficiente información para construir sin dudas, pero sin
llegar a documentar cosas obvias que cualquier constructor experimentado sabe
hacer.
¿Qué hacer con estos planos?
Una vez que tengas todo el paquete en tus manos, guárdalo
como oro. Saca copias. Ten una versión digital y una impresa. Los vas a
necesitar para el trámite de permisos, para entregárselos al constructor, y para
cualquier modificación futura que quieras hacer.
Y aquí va un consejo: antes de que tu arquitecto te entregue
el paquete final, pide una reunión donde te explique cada plano. Que te muestre
con calma qué significa cada cosa, que responda todas tus dudas. Un buen
arquitecto no tiene problema en hacer esto, y te va a ayudar a entender mejor
tu proyecto.
Al final del día, estos planos son la traducción de tu sueño de casa a un lenguaje que los constructores entienden. Son el puente entre lo que imaginaste y lo que se va a construir. Y como con cualquier traducción, entre más clara y completa sea, menos se pierde en el camino.