Es asombroso contemplar este edificio, sobre todo si pensamos que fue diseñado en 1961. El proyecto original era para una Iglesia, el tiempo y problemas de presupuesto le agregaron un área para Museo.
Su construcción pasó por varias etapas, finalizando en 2006. Para poder concluir la construcción hubo que actualizar el diseño para adaptarlo a la nueva normativa. Es claro que habiendo pasado tanto tiempo entre el diseño del proyecto y la ejecución de la obra, hubo que practicar varios cambios.
Nuevas
vías de escape, instalación de un ascensor, además, el nuevo uso del edificio
como Museo obligó a realizar modificaciones tanto en el interior como en el
exterior, los cambios y la obra fueron ejecutados por el arquitecto José
Oubrerie.
La forma del edificio destaca como escultura en medio del
espacio urbano, el uso de la concreta obra limpia, ¡genial! El manejo de la
luz, micro vanos geométricos en las paredes exteriores para
crear efectos internos, el uso del color, ubicado justo donde debe estar,
minimalista y complejo, lleno de creativos detalles, el mobiliario,
la construcción propiamente. Todo esto sumado a un fotógrafo de lujo,
el arquitecto y profesor José Luis Colmenares.
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